Plagas iniciales, el tratamiento de semillas, y el efecto climático en el cultivo de soja

Ing. Agr. Victor Gómez, M.Sc. en Entomología Investigador Asociado, CEDIC (NII)
Ing. Agr. Victor A. Gómez López, Master en Entomología Agrícola
Investigador II Pronii-Conacyt
Investigador Asociado UNA-FCA, CEDIT

La aparición de plagas que pueden dañar las plántulas de soja en la fase vegetativa podrá ser un problema en las plantaciones, pudiendo retrasar el crecimiento o afectar la densidad de plantas. El tratamiento de semillas es una alternativa válida para disminuir la incidencia de las mismas.

Los daños de plagas pueden aparecer desde la emergencia hasta la cosecha. Algunas plagas de importancia que ocurren al inicio de la fase fenológica de la soja; de acuerdo a condiciones favorables del clima para el aumento poblacional, o mismo de acuerdo al manejo inadecuado de suelo, presencia de hospederas, cultivos antecesores u otros factores; Elasmo (Elasmopalpus lignosellus), picudo de la soja (Sternechus subsignatus), Coros (Phyllophaga spp. y Diloboderus abderus). Otras plagas son la mosca blanca (Bemisia tabaci), Trips (Caliothrips phaseolli)), vaquita (Diabrotica speciosa). Tambien Agrotis ipsylon, e inclusive Spodoptera frugiperda, que actúan como cortadoras de plántulas.

Los daños ocasionados por estos insectos pueden ser directos, aparentemente no graves. No obstante, su principal efecto seria sobre la densidad del cultivo o el retardo del crecimiento y desarrollo de las plantas, como consecuencia las mismas quedan expuestas a otras plagas que aparecen y que también pueden afectar; al final se deberá invertir en aplicaciones adicionales de insecticidas, y se suma perdidas en el rendimiento de grano. El retardo del crecimiento también favorece la aparición de malezas, y menor retención de la humedad del suelo, debido a la exposición por la falta de cobertura.

La mejor manera de disminuir la colonización de insectos plagas en las etapas iniciales del cultivo es el tratamiento de semillas con insecticidas sistémicos. No obstante, debemos esperar comportamientos diferentes en la población de insectos; ya que está anunciada el fenómeno climático “El niño”, con lluvias por encima del rango considerado normal, así como temperaturas elevadas; esto afectara el desarrollo y metabolismo de las plantas sin dudas; pudiendo los insecticidas sistémicos aplicados a las semillas ser metabolizados por la misma fisiología de la planta, alterándose su eficacia y residualidad. El único mecanismo de detección de la ocurrencia de baja eficacia será el monitoreo de plagas a partir de la emergencia de plántulas. Se debe conocer el comportamiento y aparición de las plagas que pueden dañar el buen establecimiento de las parcelas cultivadas de soja.