El fenómeno climático “El niño” continuara durante la siembra zafriña del maíz; con lluvias y temperaturas elevadas. Esta situación hace que la ocurrencia de plagas podría ser alterada por el efecto clima. Si proyectamos el comportamiento de las plagas; las variedades sembradas con tecnología Bt presentan grados de resistencia diferenciadas a las orugas como Spodoptera frugiperda, Helicoverpa zea, H. armígera; es decir debido a la presión de siembra, sin uso de las técnicas de manejo de la resistencia como “el refugio” generan una presión de selección de individuos resistentes, que con el uso frecuente de la tecnología maíz bt contribuye al aumento de la ocurrencia de orugas resistentes en la población, esto se debe considerar para el control con insecticidas adecuados y oportunos. Deberá realizarse monitoreos de plagas focalizando posible aparición de orugas inclusive en las variedades consideradas resistentes. La elevada humedad y temperatura son condiciones ideales para el desarrollo del cogollero S. frugiperda.
Por otra parte, las lluvias pueden favorecer a los cultivos; pero pueden afectar la época de siembra; ocasionando una siembra dispersa de las parcelas de maíz. Esta situación no es ideal para el manejo de la cigarrita Dalbulus maidis vector de enfermedades virósicas que provocan raquitismo y baja productividad. A la vez, en la misma época podrá aparecer ataques de chinches “barriga verde” Dichelops spp. Estas plagas deberán ser monitoreadas en las parcelas desde el inicio del crecimiento y desarrollo de las plantas, y controladas con insecticidas oportunamente para evitar perdidas en la producción.
Los asesores técnicos y productores deberán estar muy atentos a la aparición de plagas en el maíz zafriña, utilizando la técnica de monitoreo de plantas como herramienta fundamental para el conocimiento del nivel poblacional de las plagas, y la toma de decisión en el control.
